DREAM THEATER,
10 de diciembre de 2011,
Auditorio Nacional, Ciudad de México

Una noche de Dream Theater en la Ciudad de México significa naturalmente una tremenda noche, el amplio catálogo de canciones clásicas, el ritmo imparable con el que la banda crea nueva música y la casi impecable ejecución de sus enormes músicos dejan poco espacio para fallas y enorme posibilidad de diversión.

A diferencia de sus anteriores giras esta vez su escenario ha sido un poco austero, tres cubos que flotaban sobre los cuatro músicos y el juego de luces fue lo único que apareció en esta ocasión, el espacio para el apoyo visual era pequeño en esos tres cubos, al menos para la gente que no nos encontrábamos lo suficientemente cerca, digo esto porque precisamente en las giras anteriores el acompañamiento visual de la banda ha sido fantástico, aún así el efecto de los cubos era interesante de observar.

Pero definitivamente lo importante aquí son los músicos y el audio, y lo único que tengo que decir al respecto es que estuvo impecable, todos los instrumentos se escuchaban con nitidez, los efectos sonoros siempre con gran potencia y sin perder claridad, otro factor importante, la ejecución, no fue del todo perfecta, LaBrie tuvo sus imprecisiones cantando por ejemplo y Rudess… bueno, a él solo se le atoró su teclado en definitivamente el momento chusco del concierto.

No fue un concierto Sold Out, el auditorio estaba aproximadamente al 85% de su capacidad, creo yo que el número de veces que ha venido Dream a México, las fechas navideñas incluso y el enorme número de conciertos en México en los próximos meses tienen algo que ver, aún así, sin prestarle atención a los números, el público presente sencillamente se desbordó ante la música y los músicos tal como siempre suele hacerlo con Dream, cada cambio en cada canción, cada indicio o intro de canción era tremendamente ovacionado tan pronto era reconocida por sus fanáticos y demás público asistente.
 

“Esta es la clase de energía que nos hace regresar a la Ciudad de México” fue lo primero que le quedó decir a LaBrie.

Y hablando de los intros, que grandes intros mete Dream en vivo, Bridges In The Sky, la primera canción de la noche nació de uno de ellos, se trata de “Dream Is Collapsing” de Hans Zimmer.
 

Y ese no fue el intro más grande de todos, Rudess nos regaló un intro/solo de teclado genial acompañado del MIDI Wizard (Más YouTube), una animación controlada en tiempo real por el teclado y movimientos de Rudess.

“La última fecha de Dream Theater en el 2011 también cuenta, hagan que cuente” mencionó LaBrie en algún momento, “A Dramatic Tour Of Events” es una gira que hasta el momento incluye 75 fechas en 25 paises diferentes, la banda se encuentra presentando “A Dramatic Turn Of Events” un disco con mucha tela de donde cortar (por decirlo de alguna forma) el cual alimentó con 6 canciones al set presentado por la banda: Bridges In The Sky, Build Me Up Break Me Down, Outcry, Beneath The Surface, On the Backs of Angels, Breaking All Illusions resultaron elegidas, buenas canciones pero me hubiera gustado escuchar This Is The Life también ahí.
 

El resto de la música elegida fue una buena selección de grandes canciones de toda la carrera de Dream, incluyendo su más reciente etapa.
 

Bridges in the Sky
These Walls
Build Me Up, Break Me Down
Endless Sacrifice
Drum Solo
The Ytse Jam
Outcry
The Silent Man (Acústica)
Beneath the Surface (Acústica)
On the Backs of Angels
Forsaken
Through My Words
Fatal Tragedy
Breaking All Illusions

Under a Glass Moon

Dos de las canciones del set fueron presentadas en formato acústico: The Silent Man y Beneath The Surface. A destacar These Walls, Endless Sacriface, Forsaken (orgullosamente presentada como canción nominada a un Grammy la nominada es “On The Backs of Angels“) y Under a Glass Moon que fueron de las más correspondidas por el público.
 

La banda se mantuvo con actitud sobria, lejos de poses y payasadas, sencilla y cercana a la gente con la cual mantuvo constante interacción, y como es usual los elogios de James hacia el público mexicano (el mejor del mundo) fueron comunes, los solos y destreza de Petrucci son espectaculares, él mismo y su guitarra representan un show aparte del resto de la banda, fue él el primero en aparecer sobre el escenario, muy cercano a él, al centro del escenario se posicionó LaBrie siempre bajo su estilo y sello característico, hablando poco con el público pero corriendo constantemente de un extremo a otro e incluso intercambiando high fives con la gente en primera fila, al otro lado de Petrucci se colocó Myung quién manejó un perfil más bajo que cualquiera del resto de la banda, detrás de ellos se encontraba primero el carismático Jordan Rudess armado de un impresionante teclado giratorio que incluia una cámara fija al mismo y que proyectaba grandes tomas a las pantallas gigantes, después y al fondo Mike Mangini estuvo de encargado de la batería, Mike pateó traseros, eso es un hecho, no tenía idea de quién era este tipo y debo reconocer que cuando inició su solo de batería yo permanecía escéptico, sin embargo su solo fue ganando dificultad y velocidad impresionándonos a más de uno, el tipo nuevo lo hizo y lo hizo sin problema, por lo mismo el recibimiento y aplauso del público fue total.
 

Es difícil no quedar impresionado por el ensamble de estos músicos puesto que el resultado es siempre un concierto rico en emociones, repleto de partes pesadas, rápidas, en las que era inevitable experimentar impulsos saltar o gritar y partes instrumentales también, tranquilas y conmovedoras, es impresionante también la fusión natural de la música nueva y sus viejas canciones, hay un acoplamiento completamente transparente entre etapas que a veces ya no tienes idea de si se trata de una canción nueva o una vieja.

Creatividad y trabajo son sin duda la clave de su éxito mundial, ojalá que Dream Theater siga con este ritmo en cuanto a crear música y por supuesto en cuanto a giras mundiales porque las noches como estas siempre serán bienvenidas y siempre será un gusto repetirlas tantas veces sea posible, sabes que siempre o casi siempre valdrán la pena.