…And Justice For All de Metallica es el cuarto álbum en estudio de la banda, lanzado el 6 de septiembre de 1988 por Elektra Records; es uno de esos discos que te hacen pensar: “¿Qué demonios estaban intentando hacer?”. Tras la muerte del siempre respetado Cliff Burton, la banda decidió ponerse ambiciosa, y echó toda la carne a la composición de canciones largas y complejas, pero no todo salió tan sabroso. Sí, el álbum tiene momentos realmente épicos, pero no sin un par de tropiezos en el camino. El bajo de Jason Newsted prácticamente desapareció del mapa, es como si esa carnita asada se hubiera preparado casi casi sin nada de sal, y la producción… bueno, digamos que si esperas escuchar bajos profundos, mejor invierte en unas buenas bocinas porque con auriculares viejos no vas a saborear tanto realmente.

Aun así, el álbum tiene sus joyitas, sus buenas “carnotas” como diría yo. “One”, por ejemplo, empieza lento, evoluciona y crece para terminar dándote de golpes con riffs veloces que te machacan el cerebro. Y no pasemos por alto “Harvester of Sorrow”, con su marcha oscura, o “The Frayed Ends of Sanity”, con ese inicio de “El Mago de Oz” que te hace sonreir antes de lanzarte por otro plato más de rib eye. Claro, algunas canciones son tan largas que casi podrían ser maratones musicales, pero los momentos memorables hacen que valga la pena.

Otra situación importante a mencionar es la batería de Lars Ulrich. No es que toque mal, pero suena como si él hubiera colocado una gran caja de galletas danesas frente a todos los demás, ¿se entiende la idea?. Y las guitarras, en ciertos momentos suenan muy metálicas y estridentes -no es queja-, pero también ofrecen solos tan técnicos que hacen que cualquier fan del thrash quede con la boca abierta. La verdad es que …And Justice For All intenta ser un álbum progresivo y, aunque no siempre acierta, se reconoce que la banda puso todas sus tripas en él.

En resumen, no es el mejor álbum de Metallica, pero es uno que definitivamente debes escuchar si te gusta el género. Es un disco que crece con cada escucha y, a pesar de sus fallos, sigue siendo un ejemplo de cómo Metallica siempre ha intentado ir más allá. No será perfecto, pero, ¿qué álbum lo es? Bueno, sí hay algunos que lo son ahora que me lo pienso bien. Aún así, sigue siendo un viaje salvaje y emocionante.