Es el tercer álbum del ultra talentoso músico neerlandés Arjen Anthony Lucassen, es un proyecto muy interesante que combina elementos de rock y metal progresivos así como de rock psicodélico. El álbum, está estructurado como una ópera rock y ofrece un elenco diverso de vocalistas europeos, lo que le da un efecto vocal entretenido, variado y también en partes un poco sobrecargado. La historia tiene que ver con un grupo de personajes que viajan a través de un paisaje psicodélico en busca del misterioso Castillo Eléctrico. Aunque la narrativa puede ser confusa y las letras complejas, la música se destaca por su habilidad para combinar distintos estilos sin perder coherencia.
El álbum es un ejemplo claro de la ambición de Lucassen de expandir los límites del rock progresivo, con canciones que, a pesar de sus influencias de bandas como Caravan, Yes, Pink Floyd o Camel; logran mantenerse únicas dentro del contexto del álbum.