El álbum “Peace Sells… but Who’s Buying?” de Megadeth, lanzado en 1986, es una joya en la historia del thrash metal. Este disco fue el segundo trabajo de la banda liderada por Dave Mustaine, quien para entonces ya se había establecido como una de las mentes creativas más influyentes del género, después de su paso por Metallica. La alineación en este álbum incluyó a Mustaine en las voces y guitarra, David Ellefson en el bajo, Gar Samuelson en la batería, y Chris Poland en la guitarra principal, consolidando una formación que trajo un sonido técnico y feroz. Con ocho canciones y tan solo 36 minutos de duración, “Peace Sells… but Who’s Buying?” incluye grandes clásicos de la banda como “Wake Up Dead”, “Peace Sells” y “Devils Island”. Este LP es un testimonio del virtuosismo y la visión de Mustaine para redefinir el thrash metal.
La gira del álbum, que llevó a Megadeth por múltiples ciudades en Estados Unidos, Canadá, Japón y Europa, consolidó su reputación como una de las bandas más intensas en directo. De hecho puedes dar constancia de ello si escuchas la edición de 2 CDs o de lujo del álbum que incluye el concierto en vivo “Live at the Phantasy Theatre, Cleveland 1987”. La potencia de las presentaciones de temas como “Peace Sells” y “Wake Up Dead” hizo que el público notara la diferencia entre Megadeth y otros exponentes del género, principalmente por la complejidad y la velocidad. A pesar de los problemas internos, como el abuso de sustancias que afectaba a varios miembros, la banda mantuvo una cohesión notable en el escenario, lo que aumentó su estatus como pioneros del thrash.
Y aquí abrimos una anécdota interesante sobre dos de los músicos de la banda de aquella época. Resulta que Poland se unió a Megadeth en 1984 después de ser presentado a Dave Mustaine y David Ellefson por Jay Jones, quien era el manager de Megadeth en ese momento. Poland dejó la banda abruptamente y fue reemplazado por el guitarrista Mike Albert antes de que Megadeth se embarcara en su primera gira. Poland regresó en octubre de 1985 y luego permaneció en la banda hasta que él y Samuelson (baterista) fueron despedidos en 1987, debido a un abuso de sustancias, lo que llevó a Poland a vender el equipo de guitarra de Mustaine y Ellefson, junto con el suyo. En respuesta, Mustaine escribió la canción “Liar” para su siguiente álbum So Far, So Good… So What!, que en parte fue pensada como un llamado a Poland.
Musicalmente, el álbum recibió elogios de la crítica especializada. Muchos lo consideraron una obra maestra por su mezcla de letras políticamente cargadas, riffs complicados y estructuras que desafiaban los estándares del metal convencional; en mi opinión personal todo lo mencionado tuvo que ver pero recalcaría la gran originalidad que tuvieron al componer cada una de las canciones, es decir, realmente cada rola es única y difícilmente puede ser confundida con alguna otra, ni de la banda ni de todo el género del thrash metal, es un trabajazo musical que pocas veces se logra. A diferencia de otros discos de 1986 como “Master of Puppets” de Metallica o “Reign in Blood” de Slayer, “Peace Sells… but Who’s Buying?” destacó por su enfoque en melodías oscuras y cambios de ritmo complejos, haciendo que el álbum fuera tan técnico como agresivo. Pero pon atención, porque nadie está aquí demeritando esos otros álbumes que también fueron unas grandes bestias musicales. En fin, el disco fue aclamado por mantener una profundidad lírica sin perder el ímpetu salvaje característico del thrash metal.
En esa línea de los otros lanzamientos importantes del thrash en 1986, “Peace Sells… but Who’s Buying?” se posicionó como un LP que ofrecía una mayor sofisticación técnica y un enfoque más intelectual que otros de la época. Si bien Slayer estaba redefiniendo la brutalidad extrema y Metallica creaba himnos masivos que todos hemos disfrutado desde que los conocimos, Megadeth se distinguió por su precisión en los arreglos y su enfoque casi quirúrgico para combinar velocidad y melodía. Este álbum contribuyó a definir el thrash como un género que podía ser tanto caótico como cuidadosamente estructurado. Otros álbumes destacadísimos que se lanzaron en ese año fueron “Pleasure to Kill” de Kreator, “Morbid Visions” de Sepultura, “Obsessed by Cruelty” de Sodom y “Darkness Descends” de Dark Angel. No hablaremos de todos ellos ahora porque extenderíamos tremendamente esta reseña histórica.
Lanzado por la disquera Capitol Records, el álbum representó una catapulta en la carrera de la banda, pues les permitió llegar a una audiencia más amplia sin sacrificar su integridad musical. La producción, inicialmente comenzada bajo Combat Records, fue mejorada significativamente tras el cambio a Capitol, lo que permitió un sonido más refinado pero sin perder la agresividad cruda que caracterizaba a Megadeth. El álbum ha sido certificado como disco de platino por la RIAA y ha sido incluido en varias listas de los mejores álbumes de metal de todos los tiempos. Este álbum, tanto por su importancia histórica como por su impacto en la escena musical, sigue siendo considerado uno de los mejores trabajos en la historia del thrash metal.