Rotting Christ se presentó el pasado 22 de febrero de 2025, en el Pabellón Oeste del Palacio de los Deportes en la Ciudad de México, en el marco de la gira Pro Xristou over Latin America. La banda, que regresó casi exactamente un año después de su actuación en el Circo Volador durante su gira 2024, ofreció un concierto inolvidable que contó con la brutalidad de sus clásicos y la renovada energía de sus nuevas canciones.
La noche comenzó con la apertura a cargo de Area 51, una banda que, pese a recibir una acogida mixta por parte del público más ávido de black metal, demostró en el escenario que estaba dispuesta a darlo todo, la entrega y el esfuerzo de Area 51 fueron evidentes, dejando claro que la noche apenas comenzaba.
A continuación, Imperial Triumphant tomó el relevo, su actuación fue tan impresionante que muchos asistentes la catalogaron como la mejor de la noche, a pesar de que no se les podía ver la cara, la banda se percibía energética y entregada, improvisando e interactuando grandiosamente con el público, fue un exitoso primer acercamiento de esta agrupación neoyorquina con la gente de la Ciudad de México, quedando el ambiente listo para la parte estelar de la noche.
Cuando llegó el turno de Rotting Christ, el ambiente alcanzó niveles de intensidad descomunales desde las primeras canciones. Con un setlist perfectamente balanceado, la banda ofreció un recorrido musical que abarcó desde piezas consagradas como Aealo, Demonon Vrosis y The Raven, hasta nuevas canciones como Pretty World, Pretty Dies y Like Father, Like Son. Cada canción fue un auténtico impacto que desató un incesante moshpit brutal, que se mantuvo en ebullición hasta el último acorde.
El líder y vocalista, Sakis Tolis, se mostró visiblemente emocionado y agradecido con el público mexicano, elogiándolo como una de las bases de fans más importantes para la banda. Su carisma y conexión con la audiencia se hicieron palpables en cada palabra y en cada interacción, evidenciando el fuerte vínculo que hoy en día existe entre Rotting Christ y sus seguidores en Latinoamérica.
El resto de la banda, se mantuvo concentrada y entregada en cada riff y solo de guitarra, era evidente que disfrutaban estar sobre el escenario y que gozaban de la respuesta del publico ante ellos, con ese panorama pudieron entregarnos cada canción tan llena de fuerza y potencia como lo ameritaba el Pabellón.
El concierto no solo fue una muestra de la destreza musical y la agresividad característica de Rotting Christ, sino también una celebración del legado y la evolución de la banda. Con cada canción, la banda reafirmó por qué sigue siendo un pilar del black metal helénico y su sostenido ascenso hacia la cima, fusionando magistralmente lo clásico con lo contemporáneo.
El evento organizado a cargo de Eyescream Productions se llevó a cabo con puntualidad y una calidad de audio digna de una banda de la envergadura de Rotting Christ. Sin duda, la presentación del 22 de febrero fue una experiencia brutal para publico y bandas, una noche memorable en la que nos quedó claro que Rotting Christ continúa marcando tendencia en la escena del metal a nivel mundial y, en especial, en México.
