¡Ponte el cinturón porque estamos a punto de viajar en el tiempo! Somewhere in Time, el sexto álbum de Iron Maiden, es una montaña rusa épica de metal con una dosis inesperada de sintetizadores futuristas que sacudieron el mundo del heavy metal en 1986. Este disco fue como si Blade Runner se hubiese encontrado a Eddie en un callejón oscuro y lo convirtiera en un cyborg metálico que empuña una guitarra. Suena muy alocado, ¿verdad? Pues deberías prepararte, porque este álbum es exactamente eso: una obra maestra distópica que no solo rompe reglas, sino que las destroza mientras sigue avanzando a toda velocidad.

El arte de la portada es el primer indicio de que estamos ante algo especial. Derek Riggs, el genio detrás de las icónicas imágenes de Eddie, lleva las cosas al siguiente nivel con una ciudad futurista que parece sacada directamente de una pesadilla cyberpunk. Está llena de referencias ocultas para los fanáticos más observadores, desde guiños a discos anteriores hasta detalles que son pura nostalgia ochentera. Pero más allá de la estética increíble, este álbum es una explosión sonora.

El viaje comienza con “Caught Somewhere in Time”, una canción que te atrapa desde el primer segundo con su introducción cargada de sintetizadores. La batería de Nicko McBrain marca el ritmo como un metrónomo imparable, mientras las guitarras de Adrian Smith y Dave Murray te envuelven en solos tan precisos que te preguntas si no son también obra de algún robot. Y Bruce Dickinson, al nivel de los mismísimos Dioses del heavy metal, eleva todo con su voz teatral que va de lo épico a lo celestial sin perder el dramatismo.

Si hay una joya innegable en este álbum, es “Wasted Years”. ¿Has escuchado alguna vez una intro de guitarra que te haga sentir nostálgico por cosas que aún no has vivido? Bueno, prepárate para eso y más. Esta canción, con su vibra hard rock ochentera, tiene un coro que te hará querer gritar a todo pulmón en un estadio lleno de gente. Y me creas o no, esa experiencia es algo que te impacta mucho como fanático del género y de la música en general.

Y en este hermoso álbum desde luego que no todo es pura velocidad, también tenemos momentos más oscuros y pesados, como “Sea of Madness”, una de las canciones que sea de las más subestimadas del álbum. Adrian Smith aquí se luce creando melodías cargadas de emoción, acompañadas por un coro que te arrastra en una especie de espiral emocional. Por otro lado, “Heaven Can Wait” y “The Loneliness of the Long Distance Runner” muestran que Iron Maiden es capaz de balancear la intensidad con la accesibilidad. Aunque la primera es menos ingeniosa, ambas contienen coros poderosos que te mantendrán atrapado de principio a fin.

Luego llega “Stranger in a Strange Land”, otro single compuesto por el inspirado Smith, que aporta una narrativa intrigante a este álbum de ciencia ficción musical. Es aquí donde el espíritu aventurero de Maiden realmente brilla: te cuentan una historia, te llevan a un lugar diferente y, para cuando termina, te sientes como si hubieras viajado en el tiempo. Deja-Vu llega como penúltima canción del álbum con un ritmo frenético, coros pegadizos y con muy interesantes letras. Escrita por Steve Harris y Dave Murray, se mantiene fiel a la temática futurista y filosófica que recorre todo el disco, explorando el concepto del déjà vu, esa extraña sensación de haber vivido algo antes.

Pero la joya de la corona, la verdadera epopeya de este álbum, es “Alexander the Great”. Con más de ocho minutos de pura majestuosidad metálica, esta canción narra la historia del famoso conquistador de una manera que solo Maiden podría lograr: guitarras desgarradoras, ritmos galopantes y un clímax que te dejará sin aliento. Es una lástima que por muchos años la banda no haya tocado en vivo esta canción, porque este tema fue simplemente diseñado para conmover almas y aplastar todo lo que esté a su paso.

Sin duda, Somewhere in Time es un álbum que no solo se atrevió a desafiar las reglas del metal, sino que las reescribió con un toque futurista, se dice a menudo que se notan en este álbum algunos tintes de metal progresivo. Lo que es completamente cierto, al menos para mí, es que este álbum es un 10 definitivo y deberíamos todos los metaleros escucharlo varias veces en la vida antes de morir. Otro punto a destacar es que aunque los sintetizadores podrían haber sido un desastre en otras manos, Maiden los utilizó aquí para crear una atmósfera única que sigue siendo tan impresionante hoy como lo fue en su lanzamiento. Cada canción tiene su propia personalidad, y el álbum como un todo es un viaje inolvidable, lleno de sorpresas y giros que te mantendrán pegado a tu asiento.

Este disco es la prueba de que Iron Maiden es una banda que no teme evolucionar sin perder su esencia. Así que, ya seas un fanático acérrimo o alguien que solo ha escuchado “The Number of the Beast” o “Fear Of The Dark”, Somewhere in Time es una parada obligatoria en tu viaje musical. Si te gusta el heavy metal, los sintetizadores, o simplemente quieres algo épico para tu playlist, este álbum es pura grandeza.

¡Destapa una cerveza -o algo más fuerte si así lo prefieres- y conviértete en un viajero en el tiempo con esta maravilla musical!

Tracklist:

  1. Caught Somewhere in Time (07:26)
  2. Wasted Years (05:07)
  3. Sea of Madness (05:42)
  4. Heaven Can Wait (07:22)
  5. The Loneliness of the Long Distance Runner (06:31)
  6. Stranger in a Strange Land (05:45)
  7. Deja-Vu (04:56)
  8. Alexander the Great (356-323 B.C.) (08:35)