La noche del domingo 24 de noviembre del 2024 en el Circo Volador presenciamos una celebración explosiva de la banda que mejor combina en el mundo el grindcore, el melodic death metal y el death ‘n’ roll: Carcass. Son unos demonios musicalmente en estos géneros y en el metal en general.
Desde que comenzó a hacerse la ecualización de parte de los técnicos de sonido junto con los primeros acordes de Buried Dreams, nos quedó claro que estábamos por vivir una experiencia llena de intensidad y crudeza, fiel al estilo de la banda. Como sabemos bien, la banda está liderada por Jeff Walker y Bill Steer; estos comandantes británicos demostraron por qué son leyendas vivientes, y por qué siempre son garantía de maestría técnica con una conexión genuina con el público, en especial con el mexicano, y ya ni se diga del de la Ciudad de México. Publico que respondió con un moshpit, alardeos y aplausos imparables durante toda la noche.
El setlist fue un regalo para los fans, mezclando clásicos inmortales con cortes de su más reciente álbum, Torn Arteries. Tras abrir con Buried Dreams, Carcass continuó con una andanada de poder: Incarnated Solvent Abuse, Corporal Jigsore Quandary y Edge of Darkness. La nostalgia se apoderó del lugar con piezas brutales como Reek of Putrefaction y “Exhume to Consume“, un recordatorio de sus días más grindcore. En contraste, temas como Heartwork y This Mortal Coil ofrecieron una dosis de melodía y energía que hicieron estremecer el Circo Volador.
Uno de los momentos más electrizantes llegó con Captive Bolt Pistol, con fanáticos coreando al unísono mientras el moshpit se intensificaba. Aunque pequeños problemas de ecualización marcaron el inicio del show, se fueron mermando con el avance del show, permitiendo que Carcass entregara un sonido demoledor.
El momento curioso llegó antes del encore, cuando Jeff hizo la seña para que una persona ingresara al escenario, muchos pensaron que se trataría de una colaboración o de un invitado sorpresa, pero uno de los organizadores pasó para anunciar un por sorpresa un segundo show en CDMX, dos días después.
El encore fue pura potencia y emoción: “Corporal Jigsore Quandary”, “Ruptured in Purulence” y una versión extendida de “Heartwork” cerraron la noche de manera épica. Antes de despedirse, Jeff Walker agradeció efusivamente al público mexicano, prometiendo regresar pronto, un detalle que reflejó la conexión especial entre la banda y sus seguidores.
En definitiva, Carcass ofreció una noche inolvidable en el Circo Volador. La combinación de técnica, pasión y un setlist que recorrió su carrera musical dejó a todos con una sonrisa de oreja a oreja y un eco de riffs en la mente. Fue una lección de death metal melódico, y los asistentes salieron sabiendo que presenciaron a verdaderos maestros en acción.