Veamos, sábado, el circo a tope, cuatro bandas, cerveza, es decir, todos los ingredientes puestos para una enorme noche de rock. Los participantes, en orden de aparición fueron: Orphaned Land, Amorphis, In Extremo y Stratovarius, traducidos a géneros: Metal Progresivo, Metal Melódico, Folk Metal y Power Metal, todos, todos sonaron enormes.

Lo primero que me impresionó fue la entrada y la puntualidad, a las 16:30 Orphaned Land ya se encontraba sobre el escenario y afuera la gente seguía formada y entre esa gente yo, así que me perdí de su seguramente estruendosa salida, logré entrar después de unos minutos. Ya es la tercera vez que me los topo así que me permitiré la comparación, esta vez noté a una banda más asentada, con movimientos más calculados y precisos, a diferencia de las veces anteriores ya no les fue necesario llamar la atención con bailarinas sobre el escenario (o no pudieron traerlas) y los nervios que alguna vez observé desaparecieron por completo, ahora Kobi se desenvuelve con gran tranquilidad sobre el escenario, es un buen frontman, constantemente hace burla de si mismo para coincidir y hacer reír con los pensamientos más concurrentes entre los que los ven: “NO es Jesús y se llama Kobi”, “sale a tocar en una bonita pijama” y “gracias a la música, su banda logra reunir fans con diferentes creencias religiosas y políticas, judíos, cristianos, musulmanes y árabes en una sola religión: LA RELIGIÓN DEL HEAVY METAL!”, etcétera, sin embargo lo que a Kobi le sobra en actitud, al resto de los integrantes les hace falta. Por fortuna en cuanto a la ejecución no hay ninguna queja (como casi siempre sucede), al final resultan ser un combo muy agradable de ver, su set duró una hora e incluyó canciones como “Sapari”, “Norra El Norra”, “Ocean Land”, “Olat Ha’tamid!” entre otras, incluido también un solo de oud, saz, bouzouki, chumbush (o algo parecido) y durante toda su presentación el sonido fue impecable. 

Después de un largo break de casi una hora la siguiente banda en salir fue Amorphis, mucha gente fue por ellos y mucha gente les respondió, son un grupo bastante melódico, muy energético que cuenta ya con una buena cantidad de canciones muy directas, a destacar por sí mismas las dreadlocks del vocalista, Tomi Joutsen, las más largas dreadlocks que haya visto en mis últimos 70 años, en realidad uno se pregunta muchas cosas, por ejemplo qué hace con ellas cuando se sienta en el inodoro o situaciones similares, eso sí increíble la facilidad con la que las manipula, como auténtico látigo, un minishow perse. Dejando de lado sus pelos Tomi resulta un frontman bastante completo, alterna la voz gutural con la voz limpia dependiendo de la canción y arrastra sus dreadlocks sin ninguna consideración por todo el escenario, grita al público, levanta las manos al cielo siempre con su característico y peculiar micrófono y en ese mismo sentido el resto de la banda no se queda atrás. Igual que Orphaned su show duró alrededor de una hora durante la cual el público en verdad se conectó con ellos, coreaban algunas letras y muchos saltaban, curioso, pero me pareció escuchar una especie de cover de Pussy? de Rammstein? o ya estaba ebrio. 

SET: 

Song of the Sage, The Smoke, Vulgar Necrolatry, Into Hiding, Majestic Beast, You I Need, Silver Bride, My Kantele.

Grandiosas exhibiciones hasta el momento y aún faltaban los platos fuertes (al menos para la mayoría) apenas íbamos a la mitad, la siguiente banda fue la razón por la que compré el boleto, ¡In Extremo!, tenía grandes expectativas de verlos y afortunadamente se cumplieron, para empezar no me esperaba un impacto similar, la voz de Michael Robert Rhein (El último unicornio (?)) hizo cimbrar todo el inmueble, era impresionante el volumen que le dieron a su voz, mis oídos chillaron un poquito , el resto de los instrumentos se encontraban por muy debajo, en especial las guitarras, lo bueno que esto fue mejorando con el paso de las canciones y no sacrificaron la potencia. La banda inició la noche con Sterneneisen, de su nuevo y muy recomendable disco.

La combinación de los instrumentos utilizados por In Extremo es siempre interesante: Zanfonas, Gaitas, Harpas, Cistros , etcétera, todo eso mezclado con los clásicos instrumentos de El Rock, ¿el resultado? cantos, brincos y bailes, una auténtica fiesta. Igual de interesante (e impresionante) es la cantidad de canciones con las que cuenta In Extremo en cualquier cantidad de lenguajes diferentes, todas con ese característico y único estilo de In Extremo, la banda dió un repaso de toda su carrera con canciones como Wind, Erdbeermund, Vollmond, En Esta Noche, Zigeunerskat, Sängerkrieg, mezclandolas por supuesto con canciones como: Sterneneisen, Stalker y Viva La Vida de ese disco que les digo.

Ante la enorme actitud de la banda la respuesta del público probablemente pudo ser mejor, quizá era el cansancio que se hacía presente, sin embargo Michael y compañía en ningún momento escatimaron en intensidad, durante todo el concierto y en un gran gesto Michael se la pasó repartiendo botellas de agua al sediento público entre las primeras filas, tampoco dudó en dar un salto y chocar palmas en un par de ocasiones con los mismos afortunados de enfrente, aprovechando claro momentos en los que no le tocaba cantar.

El final fue bastante sólido y emotivo gracias a canciones como Spielmannfluch, Viva La Vida y Küss Mich y ya con el público completamente entregado, brincando y festejando, gritando el nombre de la banda, yo para esos momentos ya había perdido la noción del tiempo pero sacando cuentas calculo que tocaron como hora y media, terminaron su show todos muy sonrientes agradeciendo al público y repartiendo decenas de postales que dicen que les compres ‘Das neues Album’, cosa que haré.

Y después de toda esa fiesta vendría la gran sorpresa de la noche: Stratovarius, en verdad me sorprendieron, de verdad, se trata de esas bandas que me he topado ya varias veces (6 según mis cuentas) incluidos esos horrendos años en los que se la pasaban peleabando con Timo Porki, fue un momento tan bajo que creía que jamas se recuperarían, por fortuna estaba equivocado, estos tipos SÍ le saben a El Rock, aún lo tienen. La gente sencillamente estalló, la mejor respuesta y el mejor apoyo del público se vivió en ese momento con Stratovarius.

Y la verdad es que no es difícil elevar los ánimos de tu público cuando cuentas con un catálogo de canciones como el de Stratovarius, una primera etapa llena de vertiginosidad, una segunda etapa más melódica y finalmente la última y más moderna etapa, las clásicas, las veloces fueron las mejor recibidas, los Strato no tuvieron piedad en mezclar canciones nuevas y soltar combinaciones tan poderosas como Speed Of Light + The Kiss Of Judas, claro sin dejar de insistir en sus aún recientes Polaris y Elysium, discos que en mi opinión les han salvado el pellejo.

Alta la calidad de los músicos que se han reunido bajo el nombre de Stratovarius, para empezar el reemplazo de Tolki, Matias Kupiainen se trata de un tipo bastante talentoso, salió a tocar una guitarra blanca, PRECIOSA, con una sutileza y talento sobresalientes y que decir de Lauri Porra, el bajista, mostró su habilidad al bajo con un solo de bajo descomunal, literalmente lo escupió (a lo mejor la máscara de luchador le dio toda esa actitud, conmigo funcionaría).

El concierto se comenzó a poner emotivo con todo este asunto de Jorg y su retiro de Stratovarius, se le veía bien en general pero le faltaba y eso se notó más en el solo de batería, que si fue potente pero muy cortito, era obvio y por supuesto comprensible, de cualquier forma el público se le entregó y en respuesta Jorg soltó un muy curioso y chingón discurso de despedida y agradecimiento, el público otra vez devolvió el golpe. 

Finalizaron su concierto de despedida después de dos enconres, el primero incluyó: Darkest Hours, Eagleheart, Winter Skies y Black Diamond y el último bloque nada más y nada menos que Father Time y Hunting High & Low, final más explosivo imposible, la banda se reunió para despedirse y tomarse la última foto con Jorg quien después se puso a regalar sticks. Este fue el último (o penúltimo ya no entendí bien) de Jorg en la historia de Stratovarius, histórico.

SET: 

  • Under Flaming Skies 
  • I Walk to My Own Song 
  • Speed of Light 
  • The Kiss of Judas 
  • Deep Unknown 
  • Distant Skies 
  • Paradise 
  • Bass Solo 
  • Coming Home 
  • Legions 
  • Darkest Hours 
  • Eagleheart 
  • Winter Skies 
  • Black Diamond 
  • Father Time 
  • Hunting High and Low

Grandioso, grandioso todo, todas las bandas y el cierre de Stratovarius, ellos dieron un concierto a un nivel que pensé que habían perdido, el concierto ha hecho que me volviera el cariño por Strato, un festival muy bueno que valió cada centavo, de lo único que quizá me podría quejar es del tiempo que tardó cada banda en salir (exceptuando la primera), el festival se extendió hasta aproximadamente las 00:15 y en total duró algo así como 8 horas! 8 horas de metal y como ya tiene tiempo de que no pertenezco a la nueva ola de metalheads mi espalda terminó molida pero muy muy satisfecho.