Llueven las críticas para el festival alemán. Luego de que finalizara la edición 2023 del Wacken Open Air, el sentimiento general se dividió entre la algarabía de aquellos que pudieron entrar a la tierra santa y la frustración de los que, siguiendo las indicaciones del mismo festival, dieron la vuelta y regresaron a casa; muchos de ellos habiendo recorrido miles de kilómetros.

El clima extremo provocó fuertes congestionamientos viales, severas inundaciones y afectaciones a lo largo de los terrenos donde se lleva a cabo el festival, lo que llevó a los organizadores a tomar una medida sin precedentes en la historia del evento: prohibir parcialmente la entrada a vehículos con destino al área de camping inicialmente, y finalmente a todas las personas.

La mayoría de las críticas se centraron en dicha medida pues a pesar de haber dado el aviso de que no permitirían la entrada a partir de ese momento, las pulseras de acceso aún eran y siguieron siendo repartidas con normalidad para todos aquellos que llegaban.

Este usuario en reddit expresó su enojo hacia los organizadores: “Simplemente estoy enojado, los organizadores no trataron a sus clientes de manera justa. A partir de ahora realmente no podré confiar más en sus próximos avisos”

En el mismo sitio otra usuaria añadió que dentro del festival no se percibía una sensación real de seguridad: “Por otro lado, yo fui parte de aquellos que pudieron acceder al festival y al campamento, pero creanme, no debieron habernos permitido la entrada, no sentí que fuera seguro para todos, el staff del festival hizo lo posible por que la cosa saliera adelante pero no era seguro. Nosotros nos retiramos de Wacken 10 horas después de que llegamos y tristemente no será posible que nos devuelvan nuestro dinero”

Y para algunas personas el daño es irreparable: “No volveré a comprar para Wacken otra vez. Incluso si anuncian a BLIND GUARDIAN para el próximo año, ya no tengo ningún deseo de ir”. Bueno, BLIND GUARDIAN fue ya una de las bandas confirmadas para el 2024, nos preguntamos qué es lo que este muchacho habrá hecho.

Ante esta situación sin precedentes, el festival realmente hizo un esfuerzo descomunal para poder rescatar el evento, reducir las afectaciones, re acomodar los horarios debido a todos los retrasos ocasionados y al final del segundo día prácticamente regresar todo a la normalidad.

“¡Metaleros, estamos trabajando arduamente para que la fiesta en la Tierra Santa esté lista para ustedes! 70 tractores y 4 excavadoras de cadena trajeron recientemente 2500 metros cúbicos de astillas de madera y 400 metros cúbicos de grava al campo interior. Actualmente en el escenario Harder: SkylineBand”

Bueno, así es como se atiende una emergencia de esta magnitud y naturaleza, *guiño*.

Lo hemos dicho antes, Wacken da y Wacken, a veces, también quita. Luego de esto el festival fue recuperándose, las bandas desfilaron por sus escenarios sorteando algunos retos técnicos y terminaron entregando memorables actuaciones a todos los Wackingers.

Momentos realmente especiales se vivieron en esta edición, como el homenaje para una de las figuras más queridas por el público de la Mecca del Metal: Ian ‘Lemmy’ Kilmister, en dicha ceremonia Phil Campbell y Mickey Dee se unieron a Doro Pesch para depositar parte de las cenizas de Lemmy en lo que es ahora “The Lemmy’s Bar“.

Las cenizas se encuentran exhibidas en el llamado “Lemmy’s Bar“, localizado en el pueblo de Wacken. La exhibición también incluye el sombrero de Kilmister, sus botas vaqueras, su bajo y su amplificador Marshall. Los organizadores también construyeron una réplica del camerino de Kilmister, incluida la botella de Jack Daniel’s y los huevos Kinder con los que se solía dar un festín antes de sus conciertos.

Otro de los grandes momentos fue la participación del icónico guitarrista de MEGADETH, Marty Friedman con su antigua banda.

Las presentaciones de IRON MAIDEN, HELLOWEEN y KREATOR, por mencionar algunas, hicieron muy felices a los metaleros asistentes, muchas de ellas pueden disfrutarse aún en MagentaMusik, aunque tal vez necesites una VPN.

La cereza del pastel llegó con el despliegue de arte en drones sobre el cielo esta bendita tierra santa al norte de Alemania.

Hasta el próximo año, Wacken: RAIN OR SHINE.

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