“Ed, ve a México con Bruce y John McMurtrie y toma algunas fotografías para la promo del álbum”. No fue la primera misión al extranjero que recibí por parte de Rod (Mission from Rod), pero a decir verdad fue más glamurosa que la anterior: Un día entero dentro de una fábrica que pertenecía al gobierno en Polonia intentando replicar los colores de la portada de “The Trooper” en el aluminio de una lata de cerveza, lo cual te aseguro es un proceso tortuoso.
Por suerte ya había hecho un poco de investigación acerca de los Mayas para el arte del álbum y además tenemos un buen libro sobre los sitios arqueológicos Mayas aquí en la oficina, ¡tal como debe ser! Eso junto con rápido vistazo a un mapa sugería que tres días en la península de Yucatán cerca de Cancún podrían ser bien aprovechados. Simon Martin, nuestro experto Maya que tradujo los títulos de las canciones a glifos Mayas para el arte de la portada, amablemente nos enlazó con el mejor guía del área y junto con John enfocamos nuestra visita en tres sitios principales: Tulum, Chichén Itzá y Ek Balam. Eso nos dejó con un poco de tiempo libre dentro del itinerario en caso de que quisiéramos tomar unas cuantas piñas coladas (sólo si no podíamos encontrar cerveza Trooper, claro está).
La estaba pasando muy bien conmigo mismo organizándolo todo, cuando las cosas comenzaron a caerse a pedazos. Algunos cuantos cambios de horario acabaron con nuestro itinerario y luego el famoso capo de la droga Joaquín “El Chapo” Guzmán escapó y tuvimos que cambiar nuestros planes, ya que el campo aparentemente estaba siendo poblado con hombres armados miembros de las fuerzas de seguridad mexicanas, todo presuntamente para evitar ser el hombre que recapturara al Chapo, por miedo a que eso activara la póliza de su seguro de vida.
Movimos cosas aquí y allá y finalmente llegó el día en el que salimos hacia Gatwick para nuestro vuelo a Cancún. John y yo no estábamos muy preocupados por el pizarrón de salidas que enlistaba nuestro vuelo, pues éste había sido retrasado dos horas y fuimos en búsqueda del más fino almuerzo que la terminal norte de Gatwick pudiera ofrecer, el cual resultó ser en el Wetherspoons metido en la esquina por si querían saberlo, habiendo matado el tiempo nos reunimos con Bruce y fue en este punto en el que las cosas comenzaron a salir mal de nuevo.
Bruce detectó un par de hombres en uniforme examinando lo que parecía ser una pequeña ventila en el costado del avión, cerca de la puerta lateral-frontal por la que cargan la comida. Para mis inexpertos ojos, eso no parecía algo que cancelara el show. Estaba equivocado. Resultó después que un camión chocó con el costado del avión haciendo un pequeño agujero y no reportó que lo había hecho. El avión hubiera tendido que volar a través del atlántico con una catastrófica falla estructural esperando suceder en cualquier segundo, antes de eso el problema fue descubierto por un ingeniero de vuelo con ojos de águila mientras realizaba una caminata en Gatwick. ¡Un escape por suerte!
Pasamos algunas horas más en el aeropuerto con la esperanza de que un avión de reemplazo se apresurara pero nos dijeron que regresáramos mañana. “Siéntanse libres de dejar su equipaje en el carrusel y será cargado en el avión mañana en la mañana si es que no quieren llevárselo con ustedes de vuelta a casa ahora”, fue el anuncio. Sin sorpresa John no estaba muy entusiasmado de dejar todas sus cámaras a la deriva en Gatwick, así que recojimos nuestro equipo y nos dirigimos de vuelta a Londres.
Es una sensación muy extraña hacer “check in”, pasar por seguridad, ir a la puerta y luego regresar a la oficina al final del día sin ni siquiera haber volado a ninguna parte.
El siguiente día comenzó con lo que yo sólo puedo imaginar era la cosa más cercana a “Groundhog day” de Bill Murray. Tomé el mismo tren a Gatwick a la misma hora, chequé en el mismo escritorio, me reuní con John en el mismo lugar y almorcé en la misma mesa en el mismo pub que en el día anterior! Esta vez sin embargo, no hubo hombres uniformados y finalmente estábamos en camino.
El único problema fue que teníamos que hacer tres días en dos, todo parecía indicar que sería agotador. Probablemente no necesitaría de esa camisa hawaiana que estaba planeando usar cuando estuviésemos en el centro de Cancún.
Resultó ser que tenía razón: En las primeras 24 horas John promedió cerca de una fotografía por minuto, lo cual eran más de 1,000 tomas! Chorreando sudor como auténticos gringos que llegan a una tierra extranjera, literalmente corrimos del aeropuerto a Tulum para tratar de alcanzar la puesta del sol, con Bruce cambiándose en el asiento trasero. Quizá todo esto no iba a resultar más glamuroso que aquella fábrica de latas en Brzesko.
Hubo tiempo para que Bruce pusiera “The Book of Souls” en el estéreo del auto. Será mejor que no lo olvidemos, pensé, o esa sería la forma más desafortunada en el que se haya “leakeado” un disco en toda la historia: “El vocalista principal deja álbum inédito en un reproductor de CD de un “Rent-a-Car”!
Afortunadamente obtuvimos un permiso de fotografía en horas no laborales, y a pesar del hecho que Tulum atrae más de 10,000 turistas por día, tuvimos el sitio entero para nosotros.
El guía recomendando por Simón tuvo que delegar el trabajo a su hijo Riaz, quien increíblemente resultó muy versado a su manera, y lo que es más, resultó ser que era un fan masivo de Maiden quien los había visto en la Ciudad de México durante la gira de “Somewhere Back in Time Tour” en 2009. No le había dicho quién iba a venir o para quién iba a trabajar, así que imagina su sorpresa cuando Bruce bajó del auto. Él realmente valía su peso en oro durante el siguiente par de días, guiándonos por las ruinas a las partes que la mayoría de las personas no ven.
Tulum mismo no pudo haber sido más atmosférico. También encontré mi llamado a la vida ahí, cuando fui puesto a trabajar como poste humano de luz. Con el sol poniéndose detrás de nosotros y el mar rompiendo en las rocas bajo el templo, John decidió que ya tenía las tomas que quería así que nos dirigimos a nuestro hotel y colapsar después de lo que pareció ser un día extremadamente largo. Realmente deseábamos evitar hacer tomas esquivando ríos de turistas, así que, a las seis de la mañana del día siguiente estábamos en camino para llegar a Chichén Itzá antes de la hora de apertura. No hay descanso para el loco.
Si imaginas en cómo debe lucir un templo Maya, eso es Chichen Itza. Es realmente espectacular, tristemente ya no es posible escalar la pirámide principal, pero sirvió de gran fondo para las fotografías de John. Los guías de turistas gustan de demostrar la acústica única del lugar aplaudiendo y luego apuntando al claro eco que sigue. Mientras esto es interesante la primera vez, rápidamente se vuelve irritante pues después pasas el tiempo completo rodeado de gente aplaudiendo sin descanso.
Para la mitad de la mañana hacía mucho calor así que nos retiramos a la comodidad de nuestros vehículos con aire acondicionado para partir hacia Ek Balam, nuestro último lugar en la lista. Se encuentra justo en medio de la jungla, con la principal acrópolis levantándose fuera de sí como un monolito antiguo entregando vistas espectaculares a través del pabellón el cual se extiende como una gran y verde mesa en todas direcciones, tan lejos como el ojo puede ver. Medimos nuestra visita perfectamente para evitar nuevamente los turistas a la hora en que ellos salían por su almuerzo, eso significaba que estábamos en pleno calor de medio día. Me gusta considerarme como alguien en más o menos buena forma, pero ver a un hombre que tiene cerca del doble de mi edad (perdón Bruce) atacando la escalera de subida de cerca de 100 escalones hasta la cima fue inspirador! El hombre es una máquina. Para cuando John y yo llegamos a la cima éramos un revoltijo rojo y sudoroso. Después tomamos unas cuantas fotos en la jungla alrededor incluyendo una en la que Bruce recreó una toma de los 80s blandiendo un gran palo, antes de dirigirnos de vuelta al hotel por té y nuestras medallas.
Hubiera sido preferible pasar unos pocos días ganduleando en la alberca, pero regresamos a casa al siguiente día, no sin que antes John hubiera ocupado la mañana entera para enviar algunas de las fotos por correo a revistas de todo el mundo: Un rápido cambio de papeles, estarás de acuerdo. Esperamos que las disfrutes.